LA CUARESMA EN CAMINO SINODAL

A unos días del inicio de la Santa Cuaresma el miércoles 2 de marzo, con la imposición de la Ceniza, quiero hacerles ver la importancia de darle otro sentido este año.

El Papa Francisco nos ha invitado a toda la Iglesia a entrar en un estado de “Sinodalidad”, pero qué significa esta palabra, que no es ajena para nosotros.   En los últimos años con más constancia hemos vivido los Sínodos de los Jóvenes, la Familia y el último el de la Amazonía. El 10 de octubre del año pasado se ha lanzado en el Vaticano oficialmente el “Sínodo sobre la Sinodalidad”.

¿QUÉ SIGNIFICA LA PALABRA SINODO? es una palabra griega que significa “COMPAÑEROS DE CAMINO”, es un caminar juntos, es un aprender a caminar juntos dejando de lado el individualismo y el relativismo, porque la vida es un camino para crecer y acercarnos a Dios.

En este camino sinodal hay tres palabras que van a hacer claves en esta maravillosa e histórica etapa de nuestra Iglesia, llena de la gracia de Dios y que también pueden y deben iluminar nuestro camino cuaresmal: comunión, participación y misión. La comunión y misión son palabras teológicas que designan el misterio de la Iglesia, la naturaleza misma de la Iglesia que hace camino en medio de las dificultades propia de su quehacer.

Este tiempo cuaresmal de conversión, penitencia y ayuno que nos espera con los brazos abiertos, nos va a dar la oportunidad de caminar junto a Jesús, lo que nos ayudará para tener una experiencia de sinodalidad, ella implica un nuevo estilo de vida cristiana, una experiencia de comunión y un encontrarse con Jesús crucificado, muerto y resucitado, fundamento de nuestra fe.

Como decía en la homilía del pasado domingo 13 de febrero, es importante ejercitar en esta Cuaresma, el escuchar la Palabra de Dios en el camino Sinodal, es importante y lo digo con fuerza “escuchar, escuchar” y después que el Espíritu Santo haga la acción dentro de nuestra vida, para que seamos portadores y demos razón de nuestra fe, porque necesitamos siempre de la fuerza y el aliento del Espíritu, que nos libera del individualismo y la cerrazón.

Las comunidades cristianas viven víctimas de muchos fenómenos como el miedo, la inseguridad, el aislamiento, la desunión, la desconfianza, el egoísmo, lo que provoca un ambiente oscuro y tenebroso.

Es tiempo de una sinodalidad cuaresmal, es una gran oportunidad para volver a Dios como el Hijo Pródigo, volver a experimentar la comunión como la vivieron los primeros cristianos y la narran los Hechos de los Apóstoles, crear nuevas y sanas relaciones, escuchar como pueblo de Dios, un impulso a vivir la experiencia de ser Iglesia, ser responsable y protagonista de la vida, estar reunidos por el amor cristiano y poder así mostrar al mundo la naturaleza de la Iglesia llamada a la unidad, la comunión y la fraternidad en el caminar juntos.  

¡Que esta Cuaresma el Espíritu Santo nos ayude a escucharnos unos a otros, a construir la común-unión de todos y el anunciar el Reino de los cielos!

Manuel Anselmo Díaz | Párroco de Guadalupe