El Legado del Papa Francisco: Un Testimonio que sigue iluminando Nuestro Camino.

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Por: Manuel Acevedo | Misionero Laico

Querida comunidad parroquial, ante la partida a la Casa del Padre del Papa Francisco, como Iglesia queremos dar gracias a Dios por su vida y por su valiente testimonio de fe, esperanza y amor.  Su pontificado dejó una huella profunda en el corazón del mundo y en nuestra propia manera de vivir el Evangelio.

Desde nuestra parroquia Nuestra Señora de Guadalupe queremos recordar y honrar algunas claves de su legado, que siguen marcando nuestro caminar como Iglesia misionera y sinodal a través de su legado:

1.-LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO

En su primera exhortación apostólica Evangelii Gaudium (2013), el Papa Francisco invitó a todos los bautizados a vivir una fe llena de entusiasmo, misericordia y cercanía. “No podemos ser cristianos con cara de funeral”, decía.  La misión nace de la alegría de saberse amados por Dios y de compartir esa alegría con los demás.

Nos pidió vivir la fe con alegría, sin miedo y con un corazón misionero.  Nos retó a salir al encuentro del hermano, a evangelizar con ternura, y a no dejar que nadie se quede afuera.

2.-CUIDAR LA CASA COMÚN

Con la encíclica Laudato si (2015), Papa Francisco colocó el cuidado del medio ambiente en el centro de la vida cristiana.  Propuso una “ecología integral” que une la justicia social, la economía y la espiritualidad, denunciando el consumismo y la cultura del descarte.  Su mensaje fue claro: no hay futuro para la humanidad sin respeto por la creación.

Con esta encíclica nos despertó la conciencia ecológica: no somos dueños, sino custodios del planeta.  Nos llamó a vivir con sencillez, a respetar la creación y a luchar por la justicia ambiental, porque todo está conectado.

3.- TODOS HERMANOS

En Fratelli Tutti (2020), Papa Francisco hizo un llamado universal a la fraternidad y la amistad social.  Frente a un mundo marcado por divisiones, conflictos y exclusión, propuso el modelo del Buen Samaritano (Lucas 10,29-37): hacerse prójimo, romper muros, tender puentes.  Su visión fue global, pero siempre con los más pequeños en el centro.

En un mundo dividido, el Papa Francisco nos enseñó que somos una sola familia humana. Nos llama a construir fraternidad, a mirar al otro como un hermano, especialmente al pobre, al herido, al olvidado.

4.- UNA IGLESIA QUE ABRAZA A LOS MIGRANTES

El Papa Francisco fue una voz profética en defensa de los migrantes, refugiados y desplazados. Desde su primer viaje papal a Lampedusa en 2013, denunció la “globalización de la indiferencia” y promovió una Iglesia que abre las puertas y el corazón a quienes huyen de la pobreza, la violencia o el cambio climático. Instituyó la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado como un llamado anual a la conciencia y la acción.

Nos enseñó que acoger al migrante es acoger a Cristo.  Nos invitó a abrir el corazón, las parroquias y las comunidades a quienes llegan buscando un hogar, y a no tener miedo de ensuciarnos las manos para acompañar a los más vulnerables.

5.- HUMILDES Y VALIENTES COMO SAN JOSÉ

Con la carta apostólica Patris Corde (2020), el Papa Francisco propuso a San José como modelo de humildad, ternura, valentía y fidelidad silenciosa. Mostró cómo el protagonismo cristiano muchas veces se vive en lo escondido, en el servicio callado y responsable, sin buscar reconocimiento.

Mostró que la santidad está en lo ordinario: en el trabajo diario, en el cuidado silencioso, en la fidelidad escondida.  San José fue para él modelo de un amor que sostiene en lo oculto.

6.- CRISTO VIVE Y CAMINA CON NOSOTROS

En su exhortación Christus Vivit (2024), nos recordó que Jesús está vivo y quiere caminar con ellos.  Invitó a hacer silencio interior, a buscar a Jesús en la Palabra, en la Eucaristía y en el corazón de los demás.

El Papa Francisco nos recordó que Jesús no está lejos, sino que vive y actúa en lo cotidiano.  Descubrir a Cristo en la alegría, en el servicio, en el amor auténtico, es una experiencia posible y necesaria hoy.

7.- UN LUGAR PARA LOS JÓVENES

Con pasión y ternura, el Papa confió en los jóvenes. En Christus Vivit, les decía: “¡Ustedes son el ahora de Dios!”  Los animó a ser protagonistas, a no esperar el mañana, a levantar la voz, a soñar en grande, y a no dejarse robar la esperanza.

¡No tengan miedo!

El Papa Francisco animó a los jóvenes a no conformarse con una vida cómoda o superficial.  Les pidió que sueñen en grande, que se arriesguen, que levanten la voz y se involucren en los grandes desafíos del mundo.

8.- TODOS CAMINAMOS JUNTOS: SINODALIDAD

Por último, el Papa Francisco promovió una Iglesia sinodal: una comunidad donde todos caminan juntos, escuchándose y discerniendo unidos. El proceso del Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024) buscó abrir espacios reales para la voz de mujeres, laicos, jóvenes, pueblos originarios y marginados. Invitó a superar el clericalismo y a construir una Iglesia de puertas abiertas.

Insistió en una Iglesia donde TODOS: obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, participamos, dialogamos y discernimos juntos, y a escuchar la voz del Espíritu a través de cada miembro del Pueblo de Dios.

Que el testimonio del Papa Francisco siga inspirando nuestra vida parroquial, especialmente a nuestros jóvenes, familias, comunidades y agentes de pastoral.  Que podamos seguir construyendo una Iglesia cercana, alegre, humilde y en salida, como él soñó.

PAPA FRANCISCO, GRACIAS POR MOSTRARNOS EL ROSTRO DE UN DIOS QUE AMA SIN MEDIDA.

¡Ruega por nosotros desde el cielo, sembrador de esperanza!

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