¿Cómo mejorar nuestra participación en las celebraciones? Parte 2

Por: Equipo Editorial | Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Calle 50.

El pasado 29 de junio el Papa Francisco publico la Carta Apostólica al Pueblo de Dios sobre la liturgia “Desiderio desideravi«, con el objetivo de  recordar el sentido profundo de la celebración eucarística surgida del Concilio Vaticano II e invitar a la formación litúrgica.

No se trata de una nueva instrucción ni de un directorio, ni de cambios litúrgicos, sino de una meditación para comprender la belleza de la celebración litúrgica y su papel en la evangelización, algo que nuestra parroquia ha venido realizando en el trabajo de las redes sociales y en este boletín.

Hay una invitación del Papa en la carta : «abandonemos las polémicas para escuchar juntos lo que el Espíritu dice a la Iglesia, mantengamos la comunión, sigamos asombrándonos por la belleza de la Liturgia” (#65).

En los boletines anteriores hemos compartido ocho tips. En este vamos a compartir dos:

1. Templo Casa de Dios: Este TIP va a estar iluminado por comentarios de hermanas que forman parte de nuestra comunidad parroquial en Instagram:

 El templo como un “edificio sagrado destinado al culto divino, al que los fieles tienen derecho a entrar para la celebración del culto divino”, es uno de los aspectos que más debemos de trabajar en nuestras comunidades parroquiales, familias, para poder asombrarnos de Jesús Eucaristía, pues no es un parque, ni un lugar para socializar, no es un restaurante (como decía una hermana), es la CASA DE DIOS.

Este ESPACIO SAGRADO al que aludimos es, aquel lugar de encuentro que permite al hombre experimentar su condición de Pueblo de Dios, cuerpo místico de Jesús, criatura e hijo de Dios, hermanos reunidos en asamblea, es vivir la experiencia de la salvación de manera comunitaria.

En él, especialmente se siente la gracia de Dios a través de su palabra y de los sacramentos. Después de orar, rezar o participar de la vida sacramental, la persona y la comunidad cristiana sale purificada, consolada y fortalecida espiritualmente.

El templo es el centro de nuestra vida cristiana y espiritual. En él se realiza nuestro nacimiento cristiano y el camino de nuestra fe.

2. Guardar Silencio:

Entre los «gestos» que puede realizar cada uno de los fieles, el Papa Francisco en la carta mencionada anteriormente se refiere especialmente al silencio como uno «de absoluta importancia en la liturgia».

Toda la celebración eucarística está inmersa en el silencio que precede a su inicio y marca cada momento del desarrollo litúrgico, como es «el acto penitencial; después de la invitación a la oración; en la Liturgia de la Palabra, la plegaria eucarística o después de la comunión.

El ruido de las conversaciones, el mal uso del celular, el tirar los reclinatorios, el ir al baño en cualquier momento, el correr de los niños, entre otros distraen a la asamblea reunida para la celebración de la Eucaristía en su encuentro con Dios. ¡Somos muy propensos a estar distraídos!