Hechos de Los Apóstoles: Hilos conductores

Por: Manuel Acevedo | Misionero Laico

Al compartir con ustedes estas reflexiones de los Hechos De los Apóstoles, son para que este libro se convierta en un frecuente instrumento para la oración y la meditación. Allí vamos a encontrar inspiración y fortalecimiento de la espiritualidad. El protagonista de este libro es el Espíritu Santo quién nos impulsa a vivir la comunidad y la misión.
 
El libro de los Hechos tiene tres hilos conductores: Espíritu, comunidad y misión aparecen desde el segundo capítulo del libro de los Hechos, que constituye la apertura teológica del libro: la irrupción del Espíritu (Hch 2, 1-13) impulsa a los discípulos a dar un testimonio valiente de Jesús (Hch 2, 14-41) y, como fruto de este testimonio y del Espíritu Santo en que los bautizados que creen se consolida la comunidad cristiana (Hch 2, 42-47).
 
Estos 3 hilos van resonando a lo largo de todo el libro presentándose de forma articulada, de modo que se vea que es el Espíritu Santo es quien impulsa a dar testimonio de Jesús y quien consolida la comunidad, que es la comunidad impulsada por el Espíritu quien lleva a cabo la misión, y que gracias a la misión aumenta y se consolida la comunidad
 
Según el libro de los Hechos, el Espíritu Santo está, íntimamente vinculado a la experiencia comunitaria y misionera de los primeros discípulos de Jesús.

1. LA EFUSION DEL ESPIRITU EN HECHOS

Pentecostés es una fiesta de origen judío. Se celebraba después de la cosecha de la cebada y tenía un profundo sentido de acción de gracias por el fruto recogido. Posteriormente se le añadió un sentido histórico: celebrar la Alianza y el don de la ley.

 
Según el libro de los Hechos la efusión del Espíritu Santo tuvo lugar en el marco de la fiesta judía y, desde entonces, Pentecostés se convirtió en una fiesta cristiana.
 
Para Lucas, el Espíritu Santo se hace presente de dos maneras: una simbólica, en forma de viento o lenguas de fuego; otra a partir de los efectos que produce, tanto en cada cristiano como en la comunidad de creyentes y en la misión que desarrollan 

2. EL ESPÍRITU SANTO PROTAGONISTA Y ACOMPAÑENTE DE LA MISION
Los primeros cristianos fueron conscientes de que el Espíritu Santo no solamente les guiaba y dirigía, sino que, no les dejaba SOLOS, era protagonista y compañero en la comunidad y en la misión.
 
Por tanto, más que una mera fuerza activa, el Espíritu Santo es un auténtico compañero del “camino”, alienta, señala, arrebata, obrando en los apóstoles y discípulos y desde ellos.
 
Lucas nos señala como la Palabra de Dios llega hasta la meta que el mismo Resucitado había señalado: Roma y hasta los confines de la tierra.
 
Vamos a compartir cinco citas de los Hechos haciendo “camino” con ellos:

• El Espíritu Santo hace entender a Pedro el pasado, le ofrece luz para descubrir el momento presente y lanzarse al futuro. Así lo expresa en el discurso de Pentecostés (Hch 2,14-41);
• En los momentos de dificultad y persecución, el Espíritu Santo anima a Pedro y a Juan para que sigan dando testimonio de Jesús con valentía. Les ayuda, además a interpretar la situación de persecución por la que están pasando (Hch 4, 23-31);
• Confirma en la misión alentando más allá de las dificultades (Hch 15,51-52);
• No sólo conduce a Felipe al “camino” de Gaza, además cuando su labor ha terminado, lo “arrebata”, lo hace desaparecer para llevarlo a otros lugares (Hch 8, 29,39);
• En el segundo viaje de Pablo será un guía constante, señalando en qué lugares debía predicar (Hch 16,6ss).

Concluyendo lo dicho hasta ahora, el Espíritu Santo es el principal protagonista del libro de los Hechos. Él es quién desde el principio pone en marcha la evangelización, impulsando y asistiendo a los que dan testimonio de Jesús.

3. LAS MANIFESTACIONES DEL ESPÍRITU SANTO
La expansión de la Buena Noticia de Jesús y el crecimiento de la comunidad cristiana son un fruto de la presencia del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es el que impulsa a la comunidad a salir en misión. Si bien el libro menciona a varios apóstoles en su actividad misionera, sin embargo, resalta a lo largo de su obra que el verdadero protagonista de la misión es el Espíritu Santo:

• En la segunda parte del programa evangelizador de Jesús, lleva la Buena Noticia hasta Judea y Samaria. Los habitantes de Samaria reciben el Espíritu Santo por mediación de Pedro y Juan. Es denominado el “pentecostés de los samaritanos” (Hch 8, 14.17);
• La manifestación del Espíritu Santo se da en la apertura del Evangelio a los no judíos, algo que constituyo un problema importante para los primeros cristianos. Lucas intenta dejar claro que no hay distinción entre judíos y paganos, apela a dos autoridades la divina, con el episodio de la visión de Pedro y la llegada del Espíritu Santo a los paganos en la comunidad cristiana “pentecostés de transición” (Hch 10, 44-48);
• El Evangelio ha llegado hasta los gentiles. Pablo impone las manos a un grupo de personas de Éfeso y se desencadena un nuevo “pentecostés”. El que sea Pablo facilita la venida del Espíritu Santo, es para Lucas, importante pues es el mismo modo que los apóstoles confirman la labor realizada por Felipe en Samaria, es denominado “pentecostés de los paganos” (Hch 19, 1-7)